El proceso de digitalización está avanzando con más velocidad de lo esperado y las organizaciones están integrando tecnologías que tienen un impacto cada vez mayor en la economía y la sociedad. Lo que antes se consideraba innovación se está generalizando y este año las empresas se centrarán en otras tecnologías que impulsarán la digitalización a un nuevo nivel.

Estas tendencias se basan en estos cuatro pilares.

Minería de procesos.

Los procesos de sistemas informáticos van aumentando dentro de las empresas pero en algunos casos la dificultad a la hora de trabajar es importante, por eso se apuesta por la minería de procesos donde a las empresas se las va a permitir extraer valor de los datos generados por sus actividades, de forma análoga como hacen la minera de datos.

Inteligencia artificial generativa

En los últimos años las diferentes tecnologías de inteligencia artificial han ido integrándose en el ecosistema tecnológico de las empresas, y ya no se trata de aplicaciones “simples” como los asistentes de voz o los simuladores, ya que la IA se ha convertido en el motor de la automatización, y está demostrando tener un impacto positivo en los resultados económicos del negocio.

Hiperautomatización

La automatización lleva años abriéndose paso en las estrategias digitales de las organizaciones, en forma de tecnologías que reducen la carta de tareas rutinarias y burocráticas de los empelado, como RPA. El siguiente paso es la hiperautomatización, que consiste en aplicar este tipo de técnicas técnicas a todos los procesos empresariales, tanto cadenas de producción como flujos de trabajo, procesos de marketing y otras muchas áreas susceptibles de ser automatizadas.

Conectividad definida por software.

Con la adopción progresiva de la nube y de los modelos de pago por uso las organizaciones se ven en la necesidad de priorizar el tráfico de red, lo que está impulsando la adopción de redes de área amplia definidas por software (SD-WAN) entre las empresas con muchas sedes y que generan grandes volúmenes de información crítica. Esta tecnología aprovecha la inteligencia de las aplicaciones para gestionar las conexiones y mejorar la experiencia de usuario a necesidad, seleccionando automáticamente la ruta más óptima para el tráfico.